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ENTREVISTAS Y REFERENCIAS DE GRIEGOS Y FILOHELENOS DESTACADOS EN CHILE

Entrevista al Sr. Atanasio Manís

Foto: Raúl Inzunza

Antanasio Manis Keranis, dueño de una cadena de reparadoras en el centro de Santiago

"Zorba, el griego": "Soy el único zapatero europeo en Chile"

Este inmigrante, con 45 años de residencia en el país, no se cansa de dar gracias al pueblo chileno por haberle dado todo lo que tiene, según afirma.

Fuente: Valeria S., Marco., diario Las Ultimas Noticias, Nº 33.415, p. 14, Santiago de Chile, domingo 13 de julio, 2003

Cuando recibió nuestro llamado, a diferencia de muchos, el griego Atanasio Manis Keranis, de oficio zapatero, se mostró conmovido porque un diario se interesara en su vida, debido a que "esta es la primera oportunidad que tengo de dirigirme al pueblo chileno, para darle las gracias por todo lo que me ha dado".

Y así partió su relato: "Desde el primer día me impresionó la amabilidad y cordialidad de los chilenos. Después, mi admiración fue creciendo, al punto de considerar a estas personas como unos seres extraordinarios, inteligentes, trabajadores y amables".

Frente a tan contundente adulación, no cabía más que preguntarle:

- Don Atanasio, ¿no será mucho?

- No lo creo, porque Chile me lo dio todo, sin que nadie me molestara y, por supuesto, gracias a mi esfuerzo y honradez.

Y a causa de esas cualidades, que atribuye a su persona, en la actualidad, con 74 años, es dueño de cuatro reparadoras de calzado en el centro de Santiago, de las cuales tres llevan el nombre "El Griego" y la cuarta "Zorba".

La historia relacionada con nuestro país comienza en 1954, cuando su hermana Angélica, quien ya estaba en Chile, trabajando de costurera, decidió visitar Macedonia, su pueblo natal, en Grecia.

"Tenía como 23 años y estaba haciendo el servicio militar, como sargento instructor en un regimiento de artillería. Ella llegó un día y me dijo ¿Porqué no te vas a América?. Y como Europa, después de la Segunda Guerra Mundial, la situación económica era muy mala, decidí partir", recuerda.

- Pero, ¿sabía que venía a Chile?

- Muy buena pregunta la suya, porque en realidad, por allá nadie sabía que había dos Américas. Además, recuerdo que cuando se hablaba de ese tema, todos lo asociábamos a riqueza y las oportunidades.

El joven Atanasio, sin pensarlo mucho, se embarcó en el "Provence", navío francés que tardó un mes en llegar a Buenos Aires, desde donde tomó un tren "angostito", que lo dejó en la Estación Mapocho.

- ¿Y qué le pareció Santiago?

- Tuve una buena impresión. Llegué en agosto y el clima lo encontré parecido al de Grecia.

A los tres días de haber llegado comenzó a trabajar en la fiambrería de Nicolás, su cuñado también griego, en la calle Merced 380. "Ahí se me confirmó mi idea inicial, porque la gente me ayudó desde el primer minuto. Siempre me corregían mi español, lo que me sirvió para aprender el idioma en cuatro meses", asegura.

Fue en ese momento cuando el bichito de los zapatos comenzó a rondarle, debido a que ese era su oficio en Grecia. Con un capital de dos mil dólares, de esos años, a fines de los 50, y con la ayuda de su hermana, consiguió abrir un pequeño taller, también en la calle Merced.

Trajo a su novia, Katina, se casó con ella y luego tuvo a su hijo, Eustaquio. Una de las claves de su negocio es que fabricaba zapatos ortopédicos a la medida, logrando un selecto grupo de clientes, entre lo que se contaban el abogado Raúl Rettig y el pintor Arturo Pachecho Altamirano.

- ¿Qué pasó ahí?

- Bueno, por nostalgia, después de 10 años en Chile, decidí vender mis dos locales y volver a Grecia, pero allá me fue mal con los negocios. Cuando me quedaban 5 mil dóalres, luego de un año y medio, regresé a Chile. Tuve que empezar de nuevo y otra vez me levanté de la nada.

- ¿Dónde piensa morir?

- Ya no vuelvo a Grecia. Me moriré en Chile.

- Usted se promueve como el único técnico zapatero europeo.

- Eso es verdad. Acá hay muy buenos maestros, pero yo soy el único técnico europeo, dueño de una reparadora, y eso se lo puedo comprobar.

Don Atanasio insiste en dar nuevamente las gracias, porque además, "a pesar de que la comida griega es mejor, conocí las humitas, los pasteles de choclo y Colo-Colo, porque soy colocolino, desde ese día en el 58, cuando empató 4 a 4 con River Plate, con Cua Cua Hormazábal en la cancha. Quedé impresionado".

CONTACTS:

REPARADORAS DE CALZADO "ZORBA" Y "EL GRIEGO" - CASA MATRIZ EN AHUMADA 340 LOCAL 1025 TELEFONO 6961716 - SUCURSAL AHUMADA 340 LOCAL 1048 TELEFONO 6961288 - SUCURSAL HUERFANOS 1160 LOCAL 6 TELEFONO 6961716 - SUCURSAL HUERFANOS 1055 LOCAL 1060 TELEFONO 6961288 - FAX 6734347 - SANTIAGO DE CHILE.

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